Cristina tenía ansiedad, cansancio y dolor. Vino a verme.

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Cristina llegó a nuestra consulta de parte de una amiga suya que hace años que viene. No sabía muy bien en qué la podía ayudar la quiropráctica porque sufría ataques de ansiedad y además sentía dolor en todo el cuerpo. Pero como ya no sabía a qué experto de salud visitar, pensó que no tenía nada que perder viniendo a verme.
Su historial era una larga retahíla de pruebas médicas, que si resonancias, tacs, radiografías, analíticas…. Al final todo estaba bien, pero ella seguía con dolores diarios y estaba triste y sin saber qué hacer.

Entre otras muchas cosas me contó que la maternidad la tenía agotada por la responsabilidad del trabajo y conciliar, porque su marido viajaba continuamente y no podía contar con él salvo los fines de semana.
Como doctora, madre y mujer, enseguida te das cuenta cuándo un paciente está sobrepasado por las circunstancias. Y lo más importante es que como no lo dice a nadie de su entorno los síntomas empiezan a manifestarse a nivel físico, supongo que es una estrategia de nuestro cerebro para que empecemos a parar y a hacernos caso.

Había salido de la consulta del médico con una receta de antidepresivos y ansiolíticos, como el 90% de las mujeres que visito. Es increíble que los médicos no se den cuenta de que este tipo de pacientes, necesitan ayuda más allá de la medicación. Pero en cuanto una mujer dice que está triste o agotada, ala, le dan ansiolíticos para que esté más tranquila. ¡Es que al final parece que somos todas unas histéricas!

Pasamos mucho rato hablando para hacer el historial. Y como siempre, empecé desgranando los tres ámbitos más importantes: cómo estaba ella a nivel físico, químico y mental. Una vez tuvimos identificados esos datos, trazamos su plan quiropráctico de salud:

A nivel físico: Ajustes para que su cuerpo y su sistema nervioso funcionara mejor y empezara a vivir más conectada entre su cuerpo y su mente, bajando el estrés.
A nivel químico: hablamos de la nutrición y los suplementos adecuados para este momento de su vida.
A nivel mental: agendamos sesiones de coaching maternal, familiar y personal que la ayudarán a conocerse a ella misma y a hacerse la vida más fácil.

Ella se quedó muy sorprendida, “no pensaba que la quiropráctica podía ayudarme así, estoy impresionada, al fin parece que veo la luz al final de un túnel larguísimo” -me dijo llorando de alivio.

Esto suele pasarme muchas veces. La gente no sabe lo que es la quiropráctica, todo el mundo piensa que es únicamente para aliviar el dolor físico, pero no. Lo que hacemos en nuestro centro quiropráctico de Barcelona, es estudiar al paciente en su globalidad y ver cómo le podemos ayudar, ya sea sólo con los ajustes en su columna vertebral para que “les llegue el riego” y se conecten con ellos mismos, o recomendandoles el nutricionista, psicólogo o coach vital que necesiten para empezar a tomar el control de sus vidas y vivir felices.
Como es natural, cada profesional hace en su consulta lo que le resuena más. Yo trabajo así, porque me encanta ver florecer a los pacientes. Las personas se merecen entender lo que les pasa y así, poco a poco, comprenden lo que tienen que hacer para mejorar en todos los ámbitos de sus vidas.
Después de seis meses de ajustes quiroprácticos, nutrición adecuada y coaching vital, Cristina está estupenda, no toma ningún medicamento, y ha retomado el control de su vida. ¡Y yo me siento super feliz por ella!

Todo lo que nos pasa afecta a nuestra salud

La salud lo engloba todo, pero sobre todo nuestros pensamientos, cómo nos sentimos afecta directamente a nuestra manera de funcionar.
Lo veo continuamente. El desbordamiento emocional, el enfado encubierto, el cansancio por falta de ilusión; enferma a tu cuerpo. Esto es así, porque tu sistema nervioso es el que hace que tu cuerpo funcione y si tiene estrés químico, físico o emocional, va a empezar a fastidiarte continuamente.

Uno de los pasos principales es reconocer cómo te sientes y lo que piensas, y comunicarte con tu pareja o con las personas que suelan ayudarte. Seguro que encontrarás más apoyo del que te esperabas. Y si no, todo el mundo sabrá en qué momento te encuentras y lo que necesitas para volver a recuperarte.

Es bueno que te des cuenta de lo que no va bien y no mentirte a ti misma tapando los síntomas sólo con medicamentos. Cuando eres consciente de que las cosas necesitan mejorar, tu sistema nervioso se relaja y tu cuerpo empieza a cooperar y a ser más comprensivo con lo que pasa.
Los quiroprácticos hacemos que todo funcione mejor, así que no esperes a que te duela algo para venir a optimizar tu salud, como Cristina ¡tú también puedes vivir más feliz!

¿Tomamos un café?

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1 Comment

  • Reply
    Sheldon
    noviembre 14, 2018 at 3:45 am

    Me ha apasionado este post y en ningún momento había leído una opinión como esta sobre
    el tema, genial ! Saludos

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